Es esencial para mantener el motor de tu coche a la temperatura adecuada, evitando sobrecalentamientos y daños graves. Sin embargo, las fugas de refrigerante son uno de los problemas más comunes y, a menudo, pasan desapercibidas hasta que ya es demasiado tarde. Detectarla a tiempo es crucial para evitar averías costosas y prolongar la vida útil de tu vehículo.
¿Qué pasa si hay una fuga?
Cuando hay una fuga, el motor deja de recibir el enfriamiento adecuado. Esto puede provocar una serie de problemas graves, desde un simple aumento de la temperatura del motor hasta un fallo total del mismo. Aquí te detallamos algunas consecuencias de una fuga :
- Sobrecalentamiento del motor
Este compuesto circula a través del motor para absorber el calor y mantener la temperatura bajo control. Cuando hay una fuga, la cantidad de líquido en el sistema disminuye, lo que significa que el motor no se enfría de manera eficiente. El resultado es un sobrecalentamiento del motor, lo que puede causar daños permanentes en componentes clave como las juntas, el radiador e incluso la culata del motor.
- Daños en la junta de culata
El sobrecalentamiento prolongado puede dañar la junta de culata, lo que provoca filtraciones de aceite y, en casos extremos, puede hacer que el motor se destruya por completo. Una junta de culata dañada también puede permitir que se mezcle con el aceite, lo que compromete la lubricación del motor.
- Problemas con el radiador y la bomba de agua
Cuando hay una fuga, también puede afectar el funcionamiento del radiador y la bomba de agua, ya que ambos dependen de un flujo constante de este compuesto para mantener el motor frío. Si el radiador no recibe suficiente líquido, no podrá disipar el calor de manera eficiente, y la bomba de agua podría sufrir daños debido a la falta de líquido, lo que resulta en un mal funcionamiento.
- Fallos en el sistema de calefacción
El sistema de calefacción de tu coche también depende de éste. Si hay una fuga, notarás que el aire caliente dentro del habitáculo se debilita o incluso desaparece por completo. Esto es un indicativo de que este líquido no está circulando correctamente por el sistema.
¿Cómo detectarla?
Detectar una fuga a tiempo puede ahorrarte muchos dolores de cabeza. Aunque algunas fugas pueden ser difíciles de localizar, existen varios indicios y técnicas que te pueden ayudar a identificar el problema antes de que sea demasiado grave.
Una de las formas más sencillas de detectar una fuga es revisar el nivel del depósito de refrigerante. Si notas que el nivel está constantemente bajo y necesitas rellenarlo con frecuencia, es un claro indicio de que hay una fuga en alguna parte del sistema.
Si encuentras manchas o charcos de color verde, rosa o naranja debajo del coche, es probable que sea refrigerante que ha escapado. Estos colores varían dependiendo del tipo utilizado. Asegúrate de prestar atención al lugar exacto donde aparece el charco, ya que esto puede indicar la localización aproximada de la fuga.
Este líquido tiene un olor característico dulce, debido a la presencia de etilenglicol o propilenglicol. Si notas un olor a dulce cerca del capó o incluso dentro del habitáculo, podría ser una señal de que hay una fuga.
Si ves vapor o humo blanco saliendo del motor, especialmente después de conducir durante un tiempo prolongado, esto puede ser una indicación de que está goteando sobre partes calientes del motor y evaporándose.
Muchas fugas se producen en las mangueras o conexiones que lo transportan a través del motor. Inspecciona visualmente las mangueras en busca de signos de desgaste, grietas o aflojamiento. Las conexiones sueltas o las mangueras agrietadas son una causa común de fugas.
¿Qué hacer cuando el coche pierde líquido refrigerante?
Si descubres que tu coche está perdiéndolo, es fundamental tomar medidas rápidamente para evitar daños mayores.
Si notas que el motor está sobrecalentado o ves señales de una fuga, lo primero que debes hacer es apagar el motor y esperar a que se enfríe. Intentar abrir el capó mientras el motor está caliente puede ser peligroso, ya que el líquido refrigerante a alta presión puede causar quemaduras graves.
Una vez que el motor esté frío, revisa el nivel de refrigerante en el depósito de expansión. Si está muy bajo o vacío, no intentes conducir el coche sin rellenar primero el depósito. Utiliza el tipo de refrigerante adecuado para tu vehículo y rellénalo hasta el nivel recomendado.
Inspecciona visualmente el motor y las áreas circundantes en busca de signos de una fuga. Si no puedes localizar la fuga, puede ser una buena idea llevar el coche a un taller mecánico para que realicen una inspección más detallada.
Si no puedes encontrar la fuente de la fuga o si la fuga es grave, lo más prudente es llevar el coche a un profesional. Un taller mecánico puede realizar una prueba de presión en el sistema de refrigeración para localizar la fuga con precisión y repararla adecuadamente. Ante cualquier duda contacta con nuestro taller CUPRA y te asesoraremos inmediatamente.
Conducir con una fuga puede causar daños irreparables en el motor. Si el coche ha perdido una cantidad considerable de refrigerante, es mejor no conducirlo hasta que la fuga haya sido reparada por completo.
Detectar y solucionar una fuga de líquido refrigerante a tiempo puede ahorrarte elevadas reparaciones en el futuro. Mantente atento a los signos de advertencia y actúa rápidamente si sospechas que hay un problema en el sistema de refrigeración de tu coche.